Hoy día, dentro de la
educación social se apuesta por la metodología de las nuevas tecnologías como si se tratase de una más. Tanto que encontramos una asignatura dedicada en concreto a este tema:
Tecnología de la Información y la Comunicación y Educación Social.
Obviamente con el paso del
tiempo las tecnologías han ido desarrollándose a pasos agigantados y teniendo
cada vez más y más peso en nuestra vida, hay una revolución tecnológica que ha
comenzado y que ya es imposible parar. Hasta ahí todo de acuerdo pero, dentro
de la Educación Social hay muchos campos en los que trabajar utilizando las tic
aunque parezca no imposible, pero sí muy complicado. Ya sea por las personas
con las que se trabaje, por el proyecto que se realice o por la zona en la que
estemos trabajando. En muchas ocasiones se ve muy complicado el tener que
adaptar las medidas que se quieren llevar a cabo con las tics. Para intentar
entender un poco más la relación entre ambas busqué información.
En esa búsqueda encontré un
informe, “El papel del profesional de la educación social en la e-inclusión”, de
un profesor de la Universidad de las Islas Baleares, Bruno Fernández Cladera.
En él, el profesor intenta explicar, como bien se puede leer en el resumen
inicial, la figura del trabajador social dentro del uso de las nuevas
tecnologías: “La finalidad del presente trabajo es impulsar la figura del
educador social como profesional de intervención directa para evitar la brecha
digital y como agente de formación en la alfabetización digital de colectivos
desfavorecidos. Y por encima de todo, subrayar la importancia que tiene que los
profesionales de la educación social sean alfabetizados digitalmente y que
utilicen las nuevas tecnologías en sus ámbitos de actuación.”
Del escrito se pude entender que en lo referente a las tic,
los educadores deben conocer y saber a qué se enfrentan cuando hablamos de la
brecha digital. Tienen que estar al día de todas las mejoras que se realicen e intentar
introducirlas a la hora de llevar a cabo
cualquier intervención para que así, se produzca una alfabetización digital de
la población. Aun después de esto, no dejo de pensar que en algunas ocasiones
resultaría difícil el intentar trabajar con las tic, hablo de casos en los que
no haya suficientes recursos. Otro punto negativo es que se crearía una
dependencia hacia las tecnologías por lo que, no se debería de dejar que se
consiguiera un dominio pleno de estas.